EL ORIGEN DE LA FAMILIA LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO


e basa en un estudio antropológico de Lewis Morgan, un antropólogo norteamericano, que, basándose en estudios de sociedades primitivas, constata que la familia humana en sus orígenes tenia un carácter colectivo. Esto puede comprobarse en la actualidad si analizamos las sociedades primitivas aun existentes en tribus de la Amazonía, África o Asia.

Sin entrar en detalles, puesto que no es este nuestro objetivo, podemos decir que la familia humana primigenia era una familia colectiva dentro de la tribu, entre clanes, etc. y la línea de descendencia y parentesco era siempre y exclusivamente materna, a través de las mujeres.

Este tipo de familia, en sus múltiples formas, se correspondía con una sociedad dedicada fundamentalmente a la caza y a la recolección y donde a cada individuo le correspondía una determinada tarea dentro de la colectividad. Toda actividad tenía como finalidad la satisfacción de las necesidades del colectivo, utilizando la naturaleza de la que era parte integrante. Esta sociedad, donde no existía el concepto de propiedad privada, es la que solemos denominar como “comunismo primitivo”.

Los hombres se dedicaban a la caza y las mujeres a la recolección de frutos y al cuidado de los niños. Aquí surge la primera división natural del trabajo, determinada por el sexo, y que tendrá enormes consecuencias en el desarrollo posterior de la sociedad humana.

Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, algunos individuos comienzan a apropiarse de terrenos cultivables y de ganado, surgiendo así la propiedad privada sobre medios de producción. Es decir, determinados individuos se apropian de medios de producción que hasta entonces pertenecían a la colectividad y que estaban destinados a la supervivencia de todos los individuos que la componían.

Debido a la primera división natural del trabajo, donde los hombres, por el trabajo que les correspondió a lo largo de miles de años, encargándose del suministro de los bienes necesarios para la subsistencia y desarrollando una mayor fortaleza física, fueron precisamente los que comenzaron a apropiarse individualmente de parte de la propiedad colectiva.

Es entonces cuando surge la necesidad de asegurarse que la transmisión de esta propiedad privada mediante la herencia lo sea a los propios hijos y que estos lo sean del hombre sin ningún tipo de duda. Para ello se establece la familia monogámica, que coexiste con la poligamia pero siempre con el hombre como elemento dominante. Es decir, se establece el patriarcado como forma de organización familiar y se relega a la mujer a una función de reproducción y servidumbre.

“La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de hijos y el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia, y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino” (F. Engels).

Con el desarrollo y expansión de la propiedad privada de los medios de producción surge la necesidad de que otros hombres trabajen esos medios. La forma de conseguir estos fue a través del sometimiento a la esclavitud de los prisioneros de las guerras entre tribus. Estos esclavos pasaban a formar parte de los medios de producción, siendo también propiedad privada. Esta es la primera sociedad de clases: el esclavismo.

Naturalmente a los esclavos había que obligarlos a trabajar y someterlos por la fuerza. Ante esto, los propietarios necesitan crear órganos gubernativos que establezcan normas que legitimen su propiedad y las relaciones sociales, instituciones judiciales que hagan cumplir estas normas y una estructura armada que garantice, mediante el ejercicio de la violencia el derecho a la propiedad privada y el sometimiento de los esclavos. El conjunto de estas estructuras es lo que conocemos como Estado.

Como vemos, el Estado es producto del carácter irreconciliable de las clases sociales y es una maquinaria especial al servicio de la clase dominante para el sometimiento mediante la fuerza de las clases oprimidas. Esta es la verdadera esencia del Estado desde su surgimiento. Tan solo con la restitución de la propiedad colectiva sobre los medios de producción y la consiguiente desaparición de las clases sociales, el Estado se convertirá en algo innecesario y se irá disolviendo progresivamente hasta su total desaparición en la sociedad comunista.

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