Iº CERTAMEN POETAS SOLIDARIOS


PRÓLOGO DE MIGUEL ÁNGEL VILLAR

Poetas Solidarios



Es un título que responde a una actitud en la vida, y ante la vida, lo cual no deja de ser una contradicción cuando el fondo, la intención primaria es unir a personas de la poesía y de la intelectualidad en una lucha despiadada contra la muerte que es vivir a pesar de la vida.



Nos encontramos abriendo las primeras páginas de un libro fruto de un concurso, 352 poetas de Hispanoamérica: Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, Ecuador… y España, han pergeñado sus escritos pensando en plantar una semilla que dé fruto, esa semilla que tantos necesitan para sobrevivir, semilla del alma o semilla de la tierra.



Nos encontramos ante una dicotomía Poetas Solidarios no es sólo este título y este libro, es una idea que se siembra para dar de comer físicamente a tantos desheredados, y que compromete, en el más amplio sentido de la palabra, a personas que han tenido más suerte en su nacimiento. Nadie elige dónde nacer, nadie elige un color, ni una cuna y mucho menos nadie elige figurar en una estadística que enumera el baremo de niños que mueren cada día de inanición, o que malviven sin posibilidad de cambio, entregados a su destino, sin un lápiz y un papel para garrapatear en blanco y negro su propio nombre.



Uno de nuestros reconocidos poetas, dejó unos versos que todos recordamos, que a todos nos suenan: “…la poesía es un arma cargada de futuro”. Esa no es un arma para la agresión, ni un arma para conseguir y perseverar en el poder, sin embargo no deberíamos olvidar la relación que un arma para remover los espíritus, tiene con el arma que el hombre ha sabido utilizar desde el principio de los tiempos para subyugar a su propio semejante. Para que alguien sea poderoso es necesario que haya un sometido, para que unos posean el privilegio de la comida, el vestido y la educación, debe haber hambrientos, harapientos y analfabetos. El hombre se siente importante cuando se siente superior. Y para mostrarse más “refinado”, el primer hueso que utilizó como arma arrojadiza, se ha transformado en lanzagranadas, en mina unipersonal, e incluso bombas inteligentes (valiente inteligencia), que además de matar enriquecen a unos pocos. Las guerras son necesarias, hay que vaciar y renovar los grandes almacenes de armamentos, es necesario que aplastemos a los unos, para enriquecerse unos pocos. La poesía es un arma para compartir, para llegar más allá del horizonte que nos muestran las pantallas, para soslayar la opulencia y hacernos iguales en el destino de la vida.



Si echamos un vistazo al diccionario de la lengua (RAE), nos muestras dos entradas para solidario : De sólido

1º Adherido o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien.

2º Se dice de las obligaciones contraídas in sólidum y de las personas que las contraen.



Pues bien, Poetas Solidarios pretende ser una asociación cuya causa es el bienestar de los menos desfavorecidos, una causa para arrancar de las garras del hambre, de la miseria, a aquellos que ufanamente nombramos como “gente del tercer mundo”. A la vez, como poetas, elegimos libremente contraer la obligación de lucha por cambiar este paisaje, y eso no se hace desde la visión complaciente del propio ombligo. La poesía social no debe ser un adjetivo, ha de ser una forma de vida, un compartir, un asumir que nada es perfecto y que los problemas no son de aquellos que los padecen, sino de los que tienen en sus manos intentar transformarlos. Como decía Confucio “los poetas moverán el mundo” y, aunque seamos pequeñitos, un punto en el universo, no podemos quedarnos en la contemplación. Las estrellas son bellas, los amaneceres también, pero lo bello puede ser, a la vez, cruel para aquel al que las estrellas le sirven solamente de techo y el amanecer es una luz sin futuro.



Solidaridad es ofrecerse y no ha de confundirse con caridad, no estamos regalando nada, estamos ejerciendo un acto de justicia, ofrecer una mano, no es pretender que te lo recuerden, es emprender un camino en compañía, es colaborar en la desaparición de las diferencias.



Poetas Solidarios propone un certamen poético para unir al mundo y al hombre en la palabra. No hay premio metálico y no obstante 352 poetas han respondido. Con la desinteresada colaboración de algunos empresarios de un rincón de Andalucía llamado Almería, algunos de estos poemas se convertirán en un libro solidario cuyas ventas no engrosarán ninguna cuenta corriente, ni hará crecer a ninguna multinacional, sino que pondrán su empeño en apadrinar niños, en educarlos y alimentarlos, de devolver a al tierra lo que es de la tierra. Todos estos poetas que han enviado sus poemas se han convertido en “soldados” (solium) de paz y de esperanza, así que el agradecimiento es igual para todos, aquellos que verán sus escritos reflejados en el libro, como a aquellos que esta vez quedan en la retaguardia.



Solidaridad es justicia (aunque no lo diga el RAE), así que honor y justicia a aquellos que suman para que nadie quede en el resto.



Mi felicitación, desde estas líneas, a aquellos que han ofrecido su palabra y permitidme un calificativo, sois Poetas Íntegros.



Miguel Ángel Villar

Poeta Solidario

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