Cristina Arroyo Martinez.
El libro intenta ser una cohesión de sentimientos, una puesta en orden de
emociones que ansían buscar su figura, su geometría. Al principio todo es
difuso, y oscuro...(de ahí la portada en blanco y negro), y al final del
poemario, uno tiene la sensación de que se ha indagado en la sensibilidad
humana y se han tocado temas intrínsecos a la vida, todo tiene su razón de
ser, todo se torna más claro, los sentimientos se encauzan, las piezas
empiezan a encajar.
Poema del día: "Nosotros no cambiamos...", de Eliza Macadan (Rumanía, 1967)
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nosotros no cambiamos
el mundo este mundo
se las arregla a solas
trayectoria predestinada
dirección de marcha trazada
en el mapa astral
pero cambia...
Hace 2 horas
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