Cristina Arroyo Martinez.
El libro intenta ser una cohesión de sentimientos, una puesta en orden de
emociones que ansían buscar su figura, su geometría. Al principio todo es
difuso, y oscuro...(de ahí la portada en blanco y negro), y al final del
poemario, uno tiene la sensación de que se ha indagado en la sensibilidad
humana y se han tocado temas intrínsecos a la vida, todo tiene su razón de
ser, todo se torna más claro, los sentimientos se encauzan, las piezas
empiezan a encajar.
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
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No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 1 hora
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