Bodas de sangre


A partir de una noticia aparecida en un periódico sobre una novia que se fugaba con su primo el mismo día de su boda y acababa la cosa en tragedia, que García Lorca vio en la famosa Residencia de Estudiantes, elaboró esta obra llena de tópicos gitanos y un ambiente marcadamente del sur. Para pasar un rato está bien, entretenida, pero tampoco me parece que sea algo como para tirar cohetes. Más bien pienso que le hace flaco favor al sur usando tantísimo elemento típico, como cuando España hace una celebración para el resto del mundo y tiene que salir el flamenco y los toros y así en Europa siguen pensando que España no da para más. La recomendaría para un ratillo aburrido pero no como imprescindible, ni mucho menos.