Cuando comencé la lectura de esta novela, no quise saber nada del argumento. De hecho, sigo pensando que es mejor no decir nada, esbozar sólo unas cuantas líneas que describan la atmósfera y la trama y, poco más, pues el encanto, el humor y la constante extrañeza en la que nos envuelve este libro, se desmoronarían el instante.
Si se puede hablar de grandeza en una novela, esta reside, sin duda, en la genialidad del autor al ser capaz de crear una trama coherente y verosímil que mantenga, de forma constante, el interés del lector.
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
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No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 2 horas