Y, al parecer, olvidada Ana Mª Matute, con tanto ruido de "marketing" sobre novelas tediosas y "segundas partes", que nunca fueron buenas.
Dividida en cuatro partes, Olvidado Rey Gudú es una fantástica novela en todos los sentidos (tal vez, novelón también en todos los sentidos y todos buenos, sin duda). Casi 900 páginas de fantasía, hadas, magos, trasgos, reinas buenas y malvadas, reinos, reyes y reyezuelos... Aunque, en mi opinión, no se debe enmarcar en la narrativa fantástica tradicional.
Ana Mª Matute nos traslada a la Edad Media, a un Reino imaginario: Olar y su rey Volodioso que representa la ambición; su reinado es una sucesión de guerras cruentas, conquistas y victorias que consiguen hacer de Olar un reino extenso y rico. Hasta que llegó al Sur y tuvo que enfrentarse a Ansélico, quien avisado del devastador avance de las tropas de Volodioso, encargó al Hechicero el cuidado de su pequeña, dulce e inteligente Ardid.
Sin embargo, la novela no es sólo una gran aventura fantástica, sino que, además, se centra en las pasiones y miedos humanos que cada personaje representa: la ambición, el poder, el amor, la inocencia, la mezquindad, resaltando principalmente el concepto del olvido.
Todo está destinado a desaparecer sepultado por el olvido, siendo también el destino otro eje de la narración. Toda la resistencia que los personajes oponen a ese olvido es inútil.
Un libro para disfrutar del dominio del idioma de Ana Mª Matute, escrito con gran lirismo, y que deja una sensación agridulce y nostálgica con cada página que se lee.
© Reina. 21 de octubre