El guardian en el centeno, de J. Sallinger.


Este libro me dejó sin habla, en serio. Quiero decir que no es el típico libro sobre crisis de adolescentes y toda esa basura. Es un libro de adolescentes, pero escrito de una forma original, como hablaría un adolescente o lo que pensaría de lo que sucede a su alrededor. Al ser una narración en primera persona, no hay nadie que juzgue u opine sobre la actitud de Holden , aunque el autor incluye algunos truquillos para que lo hagamos nosotros . Por ejemplo, cuando va a ver a sus antiguos profesores y le dan sermones y todo eso. Pero los adultos no parecen muy de fiar en este libro, así que no le sirven a nuestro chico que anda bastante necesitado de un timonel, la verdad sea dicha. En la única persona que parece apoyarse es en su hermana pequeña, y de una manera algo enfermiza. Está perdido el tío, no es mal tío pero está perdido, quiero decir, que no sabe ni por donde le da el aire. Está bastante solo el Holden este. Como cualquier adolescente. En realidad, todos los adolescentes se sienten en muchos momentos solos e incomprendidos.Y esto nuestro amigo Salinger lo refleja muy bien. Nos habla de gente que no quiere crecer, que no quiere ser adulta, que se refugia en la infancia. Y a la vez de otros que son adultos siendo niños.Es decir, parece que el protagonista no tenga muy claro quien es un niño y quien un adulto porque a ciertas edades está todo un poco lioso. Uno no sabe con 16 años si es mayor o no, si es un niño o un adulto o un engendro o que.

A contraluz, de Esther Zorrozua


Nora Bengoa es una escritora inédita que soporta su situación sin mayores problemas hasta que Julián Soraluze se cruza en su vida y le ofrece la publicación de su obra a cambio de una contraprestación. A partir de ahí, su relación evolucionará desde la suspicacia inicial hasta la connivencia última.

A contraluz trata de ser una reinterpretación, desde el siglo XXI, del Fausto que Goethe recreó a su vez en el XVII. La historia de Fausto, un mago y astrólogo alemán que vendió su alma al diablo a cambio de la sabiduría y del poder absolutos, es una de las leyendas más vivas en el folclore de la Europa occidental; pero sus orígenes se remontan hasta el siglo I, cuando el personaje de Simón el Mago, considerado el fundador de la herejía gnóstica, toma el nombre de Faustus ('el Favorecido') al llegar a Roma. La leyenda se fue enriqueciendo y extendiendo por todo el continente a través de dos vías: la tradición oral, dando lugar, por ejemplo, a una nana en suelo inglés, y la literaria, en versiones como la de Marlowe, Goethe, Heinrich Heine, Paul Valery, Thomas Mann, Bulgákov o Grotowski, hasta la adaptación de La Fura dels Baus, con su popular Fausto 3.0

Cuando un tema pervive de esta forma a través del tiempo es porque se ha convertido en mito, por su capacidad de conservar valores inmutables y universales, vigentes para cualquier tiempo y modelo de sociedad. La exploración del «saber oculto» para llegar a la comprensión total del mundo, la ambición del conocimiento absoluto, no deja de ser una pretensión utópica, conocida también como «aspiración fáustica», inherente siempre al ser humano como rasgo de su inteligencia.