La Hermandad de la Sábana Santa


La novela consta de 527 páginas, está editado por Plaza y Janés, yo tengo un ejemplar que corresponde a la 17ª edición, la primera edición es de febrero de 2004, esto supone que se han vendido más de 300.000 ejemplares, todo un récord. No sé cual es su precio, puesto que es un regalo, mi mujer lo compró en el Corte Inglés.

La novela va intercalando textos de los Evangelios Apócrifos y otros de cosecha propio de la autora con una historia policiaca actual, donde aparecen policías, agentes especiales, una periodista, investigadores, grandes empresarios etc.. y como no podía ser de otra forma las tramas eclesiásticas donde el poder es lo que importa.
Es muy al estilo de otras obras como es el caso del Código da Vinci, utilizando los tiempos pasados y presentes puesto de moda por la narrativa actual. Personalmente no termina de gustarme este estilo, pero los autores son los que mandan.

Para los interesados en el tema y los estudiosos, creo que no revela nada nuevo. La novela trata de explicar cual fue el periplo de la Síndone desde el Sepulcro de Jesús de Nazaret a la Catedral de Turín, así como los que tuvieron en su poder la reliquia a través de la historia, apareciendo el tema de los templarios, los masones, etc.., vamos lo habitual de estas novelas
Julia Navarro, parte de los textos apócrifos donde aparece un discípulo de Jesús originario de Edesa, Josar, cortesano del rey Abgaro. Este rey le escribe una misiva a Jesús de Nazaret instándole que acuda a Edesa para curarlo, se encontraba enfermo como consecuencia de haberse contaminado por culpa de una bailarina, Ania, que había sido un regalo del rey de Tiro. La reina lo había perdonado éste desliz del rey, pero no sabía como salvarlo.

Este relato ira pasando por distintos lugares que se saben casi ciertos donde estuvo la Síndone, y justificando como apareció en poder de la Casa de Saboya que finalmente la depositó en la Catedral de Turín
Por otra parte, en el capítulo 2 surge la otra historia paralela, situándonos en el Turín actual y un incendio donde aparece muerto un hombre sin lengua ni huellas dactilares, por tanto irreconocible y sin posibilidades de ser interrogado en el caso de ser detenido.

El caso es trasladado al Departamento del Arte, órgano dependiente del Ministerio del Interior y del de Cultura, con el fin de proteger el gran patrimonio que posee Italia, está compuesto por arqueólogos, historiadores, expertos en arte y policías. El Jefe Marco Valoni y su equipo trataran de dar respuesta al enigma de los incidentes ocurridos a través de tiempo, encontrándose con dos sociedades secretas que se encuentran enfrentadas históricamente por sentirse propietarias legítimas de la Reliquia.
Al final confluyen las dos historias con nada creíbles y situaciones sacadas de una imaginación un poco rebuscada.