EL OFICINISTA


¿De qué es capaz un hombre por aferrarse a un sueño?
Una novela hipnótica, irónica y trágica.
Hombre y mujeres completamente normales avanzan a diario hacia su escritorio en una ciudad arrasada por atentados guerrilleros, amenazada por hordas de hambrientos, niños asesinos y perros clonados, vigilada por helicópteros artillados y bautizada con lluvia ácida. Entre ellos, un oficinista dispuesto a la humillación con tal de conservar su puesto...hasta que se enamora y se permite soñar con ser otro. ¿De qué abyecciones es capaz un hombre por aferrarse a un sueño?.
El oficinista cuenta una historia que pasó ayer, pero que aún no ha sucedido, y, sin embargo, transcurre ahora. No es que el futuro esté cerca, es que tal vez ya pasó. Y nosotros no nos hemos dado cuenta, ocupadísimos como estábamos en cuidar un trabajo, un sueldo, una apariencia. Esta novela encierra una antiutopía, un mundo Ballard, pero también Dostoievski.

El Arte de la Literatura: JUVENTUD AMERICANA, de PHIL LaMARCHE

El Arte de la Literatura: JUVENTUD AMERICANA, de PHIL LaMARCHE

JUVENTUD AMERICANA, de PHIL LaMARCHE


JUVENTUD AMERICANA, de PHIL LAmARCHE
En un pequeño pueblo americano vive Teddy, un adolescente de catorce años, cuya madre es profesora en el instituto del lugar y cuyo padre se ha trasladado a Pensilvania en busca de trabajo. Estamos en New Hampshire, como podríamos estar en cualquiera de esos estados que la literatura y sobre todo el cine y la televisión nos han hecho tan cercanos como una ciudad española cualquiera. La vida de Teddy sigue el guión del adolescente que conocemos a través de esos medios hasta que invita a su casa a un par de compañeros de clase que le piden jugar con el arma que guarda su padre en un armario. Se produce un absurdo accidente, tras el que muere uno de los muchachos, perteneciente a una de las familias de clase media-alta que viven en las nuevas urbanizaciones que han ido construyéndose en el pueblo, y la vida del protagonista y su familia cambia de manera irremediable.
Las pesquisas de la policía para averiguar lo que realmente ocurrió, las reacciones de los vecinos del pueblo, influidas inevitablemente por su extracción social, la propia situación de Teddy, al que se acerca un grupo de jóvenes que pertenecen a “Juventud americana”, uno de los innumerables grupos de extrema derecha que articulan mal que bien un discurso xenófobo, racista y favorable a la proliferación de armas, las primeras relaciones con las chicas, todo se verá condicionado por ese accidente que desencadena la trama. Sobre el ambiente pesa, como en otras novelas americanas recientes, y seguramente es lógico y positivo que así sea, la brutal crisis económica, la proletarización de buena parte de las clases medias y algunos de los debates ideológicos y políticos que son propios del país: el de la proliferación de armas de fuego, la forma en que influyen en la violencia social, no sólo en la que efectivamente se produce, medida en términos estadísticos, en sucesos como el que sirve de arranque a la novela, sino en el trasfondo de los debates ideológicos que allí se mantienen desde hace décadas, como es el del control de esas armas.
El lector encontrará en “Juventud americana” un relato cercano y verosímil, cuya mayor virtud es la de transmitir el transfondo social, económico y sociológico-además del político- de la sociedad americana prácticamente en tiempo real, con esa crisis económica que va transformando el paisaje de las ciudades y los hábitos de los ciudadanos. La sensación de desasosiego que la obra consigue crear, el proceso implacable por el que los protagonistas van siguiendo sin apenas posibilidad de rebelarse una especie de guión escrito por fuerzas ajenas a ellos, los diálogos o las diferentes reacciones psicológicas a los hechos que se van sucediendo con ese citado aire de que no podría ocurrir de otra manera están igualmente bien resueltos. La novela y la historia que cuenta, cierto es, le resultarán al lector familiares, quizás demasiado, pero eso no disminuye la convicción que transmite LaMarche a su libro.
TOMÁS RUIBAL
ruibaldo@hotmail.com