Las Asambleístas de Aristófanes

Comedia de trama abierta escrita hace dos mil cuatrocientos años, es
tan actual como el genio creativo de Aristófanes.
Esta obra fundamental marca un hito entre lo que los académicos llaman
antigua y nueva comedia griega. Atenas, la polis por excelencia, ha
caido derrotada ante Esparta, y se verá ocupada por los lacedemonios al
mando de Lisandro.
La talasocracia ateniense remite en una histórica derrota a manos de su
enemigo congénito y con ella viene la quiebra económica, la tiranía de
sus ocupantes y esbirros, el desentendimiento de los mejores
ciudadanos por los asuntos públicos, aquellos talentosos guerreros y
mercaderes son ya mediocres e individualistas demagogos con la peores
intenciones hacia su ciudad.
Las mujeres atenienses se confabulan suplantando a sus maridos en la
Asamblea del Pueblo, adueñandose del poder politico a fin de dirigir el
estado con leyes justas.
Surge inusitada la figura de Praxágora, la esposa joven y visionaria,
matriarca pacifista que desplaza del poder a su viejo marido Blépiro,
asembleísta apenas interesado en el dinero que le significa el cargo
politico, incapaz de dirigir su propia vida y peor aun los destinos de los
atenienses, salvadores de la Hélade, cuando el entonces invasor persa
los acorroló a punto de unir en si a prácticamente todas las polis
helenas, inclusive Esparta.
El sarcasmo se apodera del gran escenário, recuerdese que en teatro
clásico la obra se presenta en el marco de una competencia que
amparaba por ley sagrada la inmunidad del autor.
Lo trascendente en esta comedia es que gesta un cambio definitivo en
las rígidas relaciones conceptuales que dominaban el teatro clásico
antiguo, hecho que corresponde a determinantes cambios en el entorno
politico. Pero tal ironía lleva explícita el protagonismo de un renaciente
poder femenino de carácter ideológico que nos proyecta al nivel de
discusión pública que se alcanzó en aquella época.